Autor de “El fin de las lenguas" y "Sobre el Amor, el Sufrimiento y
El Nuevo Milenio", afirma que en la actualidad hay un divorcio entre
quien escribe poesía y el mundo.
El poeta chileno Raúl Zurita afirmó que si la poesía desapareciera
"la humanidad perecería a los cinco minutos", y aprovechó para denunciar
lo que él considera "un divorcio entre quien escribe poesía y el
mundo". "No es una metáfora", declaró en España el poeta, "porque si la
poesía desaparece, la humanidad sucumbe como ante una bomba de
neutrones".
El escritor, Premio Nacional de Literatura en 2000 en su país, se
encuentra actualmente en la península para participar en un seminario
llamado 'Un poeta nos introduce en su mundo', el que se celebra en la
Universidad de Alicante, al este de España.
Un serio divorcio
Zurita aseguró que en la actualidad se ha producido "un divorcio entre quien escribe poesía y el mundo". "La poesía se ha vuelto completamente autista, le ha dado la espalda al mundo y sólo se refleja a sí misma", señaló el autor.
Zurita aseguró que en la actualidad se ha producido "un divorcio entre quien escribe poesía y el mundo". "La poesía se ha vuelto completamente autista, le ha dado la espalda al mundo y sólo se refleja a sí misma", señaló el autor.
El responsable de "Purgatorio" cree que el camino que debe seguir la
poesía de hoy es el de "mostrar la gran tradición literaria anterior,
lo que ya han hecho Pablo Neruda o James Joyce, pero a través de
soportes innovadores".
De hecho, el poeta "dibujó" frases de sus poemas con el humo de las
avionetas sobre el azul del cielo de un barrio pobre en Nueva York y, en
otra ocasión, grabó la frase "Ni pena ni miedo" sobre la arena del
desierto de Atacama, en una composición pensada para ser leída desde el
aire.
Pintará sus versos
El poeta proyecta ahora pintar los 22 versos de su poema 'Diálogo de Chile' y "tatuarlos" sobre los acantilados de la costa del país, de forma que sólo puedan verse desde el mar.
El poeta proyecta ahora pintar los 22 versos de su poema 'Diálogo de Chile' y "tatuarlos" sobre los acantilados de la costa del país, de forma que sólo puedan verse desde el mar.
Zurita recuerda que comenzó a realizar estas "intervenciones
artísticas" durante la dictadura de Pinochet, como una forma de
oposición contra este régimen político.
"Me pareció que los lenguajes de la literatura chilena anterior al
golpe de Estado de 1973 no alcanzaban para dar cuenta de la magnitud del
quiebre que se había producido en nuestras vidas", detalló el literato.