Dedicado a la mujer
Nocturna/diurna
destilas oasis en la sed.
Te desarmas en racimos
purificando brotes.
Un útero te ennoblece.
Emanas desde tus senos
el néctar del futuro.
Mujer del ancho cielo
despliega tus brazos
para que seamos tierra.
***
Ahí
donde juego a la rayuela
y con mis hermanos nos escapamos al río
a embriagarnos de fábulas.
Donde a lo lejos diviso todavía
al indómito tren de aquella
estación.
Ahí donde nazco y perezco
según otoños que encarcelan
octubres,
donde la música del viento
me recuerda aquellas calles,
aquel pueblo.
Ahí donde no hay almanaques
y conservo aún los ojos
tristes de mi perro.
Donde el circo luce su carpa
reluciente,
donde salgo al recreo
donde me invaden perfumadas
mandarinas.
En ese lugar donde tener
memoria duele,
los muertos parecen latir
sin vejez, sin andamios.
Donde habitan también tantos
desamparos,
niños de cartón, mujer
desgarrada.
En ese lugar donde hay un
país vencido y mutilado,
palomas bombardeadas,
clausuradas plazas, iglesias
infames.
En ese lugar,
ahí, en mi paisaje de
adentro,
mi casa aún es refugio
mis manos palabras.
Gustavo Tisocco
Del libro “Paisaje de adentro”
Muchas gracias Alberto, un placer...
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