miércoles, 29 de agosto de 2012

Gustavo Tisocco

Salgo de mí y te extravío.

Tristes pasan los niños blancos
vestidos de agosto.
Los peces del río
esconden sonetos
destilando escamas.
La ausencia horada la tarde,
la jaula llora trinos
mientras los duendes
anuncian derrumbes.

El sendero de cristal
se rompe de musgos,
terribles cuchillos
sangran destierros y llueve,
siempre llueve en mi intemperie.

Clamo tu nombre,
ahogándome.

***

De niños jugábamos a los muertos,
pero la muerte era extraña, lejana,
apenas una osadía.

Comíamos moras
y los labios tenían el color del invierno,
poníamos flores en las manos, en el pelo
y con el rosario enredado,
orábamos alrededor de quien cerraba los ojos
en esa travesura horizontal.

Éramos muertos ingenuos,
felices, audaces pétalos de escasas primaveras
y reíamos hasta el cansancio.

Ahora somos flores mustias.
Los días son tan breves
y quedan tan pocos octubres.
Nos duele la casa gris, el patio deshabitado,
los ladridos que ya no están,
las fotos en la pared.

¡Qué lejos quedó la infancia!

Victoriosa
la muerte juega con nosotros
y nos asusta.

***


El amor
se mete
en los huesos.

Moldea,
da  forma
a la gloria.

Desde
el cráneo
al astrágalo.

Firme
ennoblecedor
viril.

Efusivo
angelical
pacificador.

Pobre de mí:
soy
invertebrado.

***

                    A los desaparecidos.
                       A sus madres.


Ellos parieron a sus madres
y estas llevan sus fotos mostrando al mundo
que no hay naufragios.

Ellos, los ausentes,
denuncian con sus gritos
la poca memoria
de los que salvándose
se quedaron en la barca.

Sus madres también gritan
y descubren que en el fondo del mar
florecen jardines.


Biografía:
 
Gustavo Tisocco nació en Mocoretá -Corrientes- el 25 de octubre de 1969.
Tiene publicados siete libros "Sutil", "Entre soles y sombras", "Paisaje de adentro", “Desde todos los costados” , “Pintapoemas”, “Cicatriz” y “Rostro ajeno” además tres CD "Huellas", “Intersecciones” y “Corazón de níspero”
Participó en diversas antologías en diferentes partes del mundo.
Recibió varios premios donde se destacan PRIMER PREMIO DEL CONGRESO DE MÉDICOS ESCRITORES en el año 2004 y 2006 respectivamente, PREMIO REVELACIÓN A LA CALIDAD LITERARIA en el encuentro “Buenos Aires Poesía-Reunión de voces” llevado a cabo en Buenos  y “REVELACIÓN DEL TERCER ENCUENTRO DE POETAS LATINOAMERICANOS” –Villa María, Córdoba- ambos en el año 2007.
Segundo premio de EROS AIRES 2009 en la ciudad de Buenos Aires.
Segundo premio del Concurso “María Elvira Juárez” en LETRARTE –Tucumán- Julio del 2010.
Segundo premio de EROS AIRES 2011 en la ciudad de Buenos Aires.
Recibió el Reconocimiento del CICLO VIENTOS CONTRARIOS en 2010, el de ASOLAPO en el año 2011 y  PUMA DE PLATA de la Fundación Argentina para la Poesía en el año 2012, todos por difundir Poesía a través de su sitio mispoetascontemporaneos.
Asistió a eventos nacionales e internacionales como poeta invitado.
Su poesía ha sido traducida al portugués, francés, catalán, italiano, inglés y alemán.


                                            http://videopoemasdegustavotisocco.blogspot.com/


Para comunicarse con el autor poetaypoesia@hotmail.com

viernes, 24 de agosto de 2012

JULIO ENRIQUE CEPERO

 

 

 

 

 

 


ENTRE CAMINOS

Publicado en el Poemario “Sentires en los Caminos” - 2009

He conocido y he aprendido andar en cuanto camino he recorrido;
he vivido en un camino tiránico divorciado del libre sentir
y del despotismo del ser humano.
Pero también he vivido … y vivo en libertad.
He sufrido injusticias revestidas con diademas,
también he soltado al vuelo clamores de verdades …
Entre camino y camino he conocido las desgracias humanas.
He conocido, de igual modo, las riquezas humanas.
He sostenido la voluntad de no caer, de persistir
hasta juzgar la vida con nuevas formas,
con nuevas esencias, trazando nuevos trechos,
reconstruyéndolos, salvándolos al pasar …
Entre caminos he conocido a gente errante,
a parias saturados de estíos;
cargando neblinas pasajeras con esperanzas maltrechas.
He conocido y he aprendido
a conocer a esa gente clavada en su tierra …
A emigrantes de caminos inciertos, a buscadores de esperanzas.
Entre camino y camino
he logrado vivir con poesías no publicadas,
desterradas por la malicia, por la ira danzante
de veloces especímenes que se cruzan a toda hora,
en cualquier camino … en cualquier tiempo.
He sabido apreciar lo real de lo mágico y maravilloso
que también se encuentran y se entrecruzan
en cuanto camino se tome.
Entre caminos he valorado lo esencial de los cánones
que se multiplican a través de la historia.
He aprendido a vivir a fuerza de mirar,
de callar y de hablar, de sentenciar y de absolver …
Entre camino y camino he ayudado… me han ayudado.
He perdido … pero también he ganado algo
de la sabiduría de muy buenos seres humanos.
He soñado y aún sigo soñando por tomar nuevos caminos
sin desvíos, sin premuras, sin vacilaciones,
a mi libre albedrío, sin imposiciones desnaturalizadas;

con senderos estivales y también invernales.
Entre camino y camino
quiero seguir andando, quiero seguir viviendo,
esbozando una sonrisa certera,
dejando a mi paso por todos esos caminos
el sentir de una vida peregrina
no tan ajena a la realidad en su tránsito
 con toda la pasión de seguir viviendo y
amando a la vida, siempre …
siempre …entre caminos!


TENGO POR MANOS …

Publicado en la Antología de Poetas y Narradores del 2011

INSTITUTO DE CULTURA PERUANA – Miami, Florida


Tengo por manos, duendes, que se deslizan a tropel
con pesadillas de lujurias plenas, desatadas e inequívocas
de un tanto escribidor sonriente, apresurado y cierto.
Tengo decenas de vocablos que siempre derraman amor y
 que ya no es tan habitual que muchos puedan comprender
entre tantas mentes tecnificadas con corazones sistematizados,
teólogos de la insensibilidad que ya no son pasajeros;
que no se postergan ante disímiles tornados
de elocuencias desaparecidas, inadvertidas realidades …

Pero a pesar de todo y de todos
todavía sigo con mis manos duendes,
manteniendo estables esas pesadillas de mal amores,
con los desvelos inertes ante las crueles realidades
de un mundo que se somete a una prístina demencia y
que yo, renuente a estrechar lazos
con demasiadas almas en penas y
gozosas de llanto con espinales trémulas
siento la inagotable necesidad,
entre ser escribidor y ser un hacedor de poemas,
al rasgar el hálito de tantas especies malhumoradas
con mis versos no dolientes, sonrientes siempre,
con ánimos de tanto amor no desperdiciado
con la misma fuerza que impone nuestras manos duendes
al esgrimir la infinidad de sentimientos bellos,
cuasi efímeros para algunos, tan latentes para otros …
que ya, hoy … se pierden para algunos …
y  que no enmudecen para otros más…


JULIO ENRIQUE CEPERO: Nacido en la ciudad de Matanzas, Cuba. Se educó y creció en La Habana. Ha estudiado en la Universidad de La Habana, en el Instituto Superior Politécnico de la mencionada ciudad; así como otros estudios realizados en San José de Costa Rica y posteriormente en los Estados Unidos de América.
Ha vivido en Costa Rica y desde hace varios años reside en los Estados Unidos de América.
Entre sus actividades culturales y literarias se pueden destacar su trabajo en la Revista Globo Artístico, en New Jersey; escribiendo crónicas de espectáculos y una columna cultural titulada Ecos-Tópicos-Críticas.
Ha trabajado en calidad de “freelance” como Publicista de los artistas exclusivos de Polygram Latino/New York.
Ha realizado entrevistas a diferentes personalidades iberoamericanas de la música y del arte en general, tales como: Julio Iglesias, Plácido Domingo, José Luis Rodríguez, José Luis Perales, Gloria y Emilio Estefan, Mirla Castellanos, Fernando Allende, Braulio, María Conchita Alonso, Carla, Las Diego, Jeannette Rodríguez, Carlos Mata, Karina (Venezuela), Lunna, Oscar D´León, Miguel Gallardo, entre otros.
Ha escrito historias para ser desarrolladas en telenovelas: A la Mitad del Camino, El Poder de una Mentira, La Generación Maldita.
Ferviente lector de los clásicos de la literatura universal, tanto en novela como en poesía; admirando las obras de Víctor Hugo, Honorato de Balzac, Emilio Zola, Stefan Sweig, Benito Pérez Galdós, José Martí, Federico García Lorca, Antonio Machado, Miguel Hernández, Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Jorge Luis Borges, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Paulo Coelho, Salvador de Madariaga, entre otros.
Ha colaborado para diversas publicaciones escritas y digitales de España, Estados Unidos de América, Perú, Argentina, Venezuela, Uruguay, Panamá, México; así como ha participado en certámenes literarios de Latinoamérica, España e Italia.
Reconocimientos:
Premio de Poesía Giulia Gonzaga 2009 – Fondi, Italia
Premio de Poesía Simón Bolívar “El Libertador” 2010 – Fondi, Italia
Premio Arte (Autor del Año) 2010 – Fundación Premio Arte, New York

Colaboraciones en Antologías publicadas:
Poetas y Narradores del 2007, Instituto de Cultura Peruana – Miami, Florida
Poetas y Narradores del 2009, Instituto de Cultura Peruana – Miami, Florida
Antología Premio Letterario Giulia Gonzaga 2009 (Edición Italiano-Castellano)
Edizioni Lo Spazio, Italia
Poetas y Narradores del 2010, Instituto de Cultura Peruana – Miami, Florida
Antología del Premio Internacional de Poesía Bilingüe –Italiano/Castellano 2010
Edizioni Lo Spazio / Collana Europa Bilingüe, Italia
Revista Literarte, 2010, Ediciones Literarte - Buenos Aires, Argentina
Poetas y Narradores del 2011, Instituto de Cultura Peruana – Miami, Florida
Poetas y Narradores del 2012, Instituto de Cultura Peruana – Miami, Florida

Ha publicado un poemario:
Sentires en los Caminos, 2009 – USA
En preparación Poemario y Novela - 2012
 

 

lunes, 13 de agosto de 2012

José Angel Valente

Muerte y resurrección


No estabas tú, estaban tus despojos.
Luego y después de tanto
morir no estaba el cuerpo
de la muerte.

Morir
no tiene cuerpo.

Estaba
traslúcido el lugar
donde tu cuerpo estuvo.

La piedra había sido removida.

No estabas tú, tu cuerpo, estaba
sobrevivida al fin la transparencia.

***

Octubre


Hay una leve luz caída
entre las hojas de la tarde.

Dame
tu mano y cruza
de puntillas conmigo
para nunca pisarla,
para no arder tan tenue
en sus dormidas brasas
y consumirte lenta
en el perfil del aire.

***

Esta imagen de ti

Estabas a mi lado
y más próxima a mí que mis sentidos.

Hablabas desde dentro del amor,
armada de su luz.

Nunca palabras
de amor más puras respirara.
Estaba tu cabeza suavemente
inclinada hacia mí.

Tu largo pelo
y tu alegre cintura.

Hablabas desde el centro del amor,
armada de su luz,
en una tarde gris de cualquier día.

Memoria de tu voz y de tu cuerpo
mi juventud y mis palabras sean
y esta imagen de ti me sobreviva.

***

Mandorla


Estás oscura en tu concavidad
y en tu secreta sombra contenida,

inscrita en ti.

Acaricié tu sangre.
Me entraste al fondo de tu noche ebrio
de claridad.

***

Luego del despertar....


Luego del despertar
y mientras aún estabas
en las lindes del día
yo escribía palabras
sobre todo tu cuerpo.

Luego vino la noche y las borró.
Tú me reconociste sin embargo.

Entonces dije
con el aliento sólo de mi voz
idénticas palabras
sobre tu mismo cuerpo
y nunca nadie pudo más tocarlas
sin quemarse en el halo de fuego.


Biografía:

José Ángel Valente. (Orense, 25 de abril de 1929 - Ginebra, 18 de julio de 2000). Poeta español, ensayista y abogado.
Cursa estudios en la Universidad de Santiago de Compostela obteniendo el título de licenciado en Derecho y en la Universidad Complutense de Madrid, donde se licencia en Filología Románica. Da clases en la Universidad de Oxford y en Ginebra ejerce de traductor de organizaciones internacionales; posteriormente trabaja en París en la sede de la UNESCO. En los años 80 vuelve a España,fijando su residencia en Almería, y continúa con su actividad docente como profesor visitante en diversas universidades extranjeras. En sus últimos años alterna su residencia suiza con la española, y recibe múltiples distinciones como el Premio Príncipe de Asturias de las Letras o el Premio Nacional de Poesía.
Su trayectoria profesional comienza cuando aún es un estudiante que despunta como poeta, formando parte del “Grupo Poético de los 50”, dentro del cual representa a la poesía como una vía del conocimiento. En la década de los 60 su poesía evoluciona siguiendo una corriente llamada "poesía del silencio", desligándose así del movimiento poético de mitad de siglo. En este periodo destacan obras como A modo de esperanza (1954), Premio Adonais en ese año, Poemas de Lázaro (1960), Premio de la Crítica, La memoria y los signos (1966) o Siete presentaciones (1967).
Heredero de la tradición mística española, José Ángel Valente asimila tradiciones culturales, históricas y tendencias filosóficas creando textos cada vez más profundos y complicados. Uno de sus cuentos, El uniforme del general (contenido en el libro El número trece) le lleva ante un consejo de guerra en 1972 por la forma en que describe al ajército.
La obra poética que escribe en gallego es primero reunida en Sete cántigas de alén (1981) y posteriormente en Cántigas de alén (1989). Realiza también trabajos como traductor de poesía alemana y francesa; además escribe ensayos relacionados con la pintura, la mística y la literatura española. Entre ellos destacan títulos como Las palabras de la tribu (1971), Ensayos sobre Miguel de Molinos (1974) o La piedra y el centro (1983). Su última obra es Fragmentos de un libro futuro, texto en el que se recogen sus últimos poemas y que se publicó después de su muerte.


Biografía extraida de: http://www.cervantes.es/bibliotecas_documentacion_espanol/biografias/marrakech_jose_angel_valente.htm

Gerardo Manuel Morán presenta "DESDE"


Para más información de Gerardo Manuel Morán, pueden ingresar al sitio oficial: http://www.gerardomoran.com.ar/

viernes, 3 de agosto de 2012

 
 
CADA MOMENTO TIENE UN SENTIDO
 
por Sergio Sinay    
 
 Señor Sinay:
Tengo 25 años y siento que durante los últimos cinco años no estuve disfrutando de la vida. Creo estar dándome cuenta a tiempo para poder comenzar a hacerlo. Ahora… ¿cómo se disfruta de la vida? ¿Cómo vuelvo a sentir la pureza de las cosas que me rodean, cómo cuando tenía 6 años?
El manual dice que “hay que disfrutar de las pequeñas cosas” y “vivir el momento como tal, sin pensar en el futuro”, pero no logro hacer efectivas esas premisas.
 Guido 
 
 
Si existiese la fórmula para disfrutar de la vida probablemente algún oportunista ya la habría patentado y sólo accederían a ella quienes pudieran pagar. Pero la receta no existe. ¿Qué es disfrutar de la vida? ¿Divertirse hasta el aturdimiento? ¿Evadir toda reflexión comprometida? ¿Dedicar tiempo a nuestros seres queridos? ¿Hacer con alegría aquello en lo que se expresan nuestras habilidades y posibilidades? ¿Se trata de buscar un placer detrás de otro, así haya que endeudarse para ello? ¿O de contemplar sin apuro y sin objetivos productivos la vida que nos rodea? ¿Es anestesiarse con adrenalina? ¿O emprender una travesía en la cual viajar es más importante que llegar? ¿Puede el disfrute vital ser un objetivo a alcanzar, como si fuera un premio o una presa? ¿O será, quizás,
la consecuencia de aquello que hacemos, y de cómo lo hacemos, de aquello que vivimos, y de cómo lo vivimos?
 
El monje benedictino Anselm Grün dice, en El pequeño libro de la vida, haber conocido gente que cuando está de vacaciones no puede abandonarse a la belleza del paisaje porque se pregunta si ha realizado la reserva en el sitio correcto, o si no podría haber ido a un destino con un clima mejor, o cuando encuentran a una persona en lugar de gozar de ese encuentro se ponen a pensar qué opinan de esa persona, o cuando están rezando se preguntan si esa oración será atendida. Dice Grün que sólo cuando puede dejar de controlar el efecto externo de cada una de sus acciones es capaz de “aceptar un encuentro, de una conversación, y disfrutar de eso que hay entre nosotros”. O disfrutar, agrego de mi parte, de eso que hay entre yo y el paisaje, entre yo y los sonidos, entre yo y aquella tarea a la que estoy entregado.
 
Esto requiere permanecer en el tiempo y en el lugar presente. El presente no es un instante suspendido de la nada en la inmensidad del tiempo. Es un momento rico, profundo y trascendente, puesto que se alimenta de todo lo transcurrido y se tiende, desde esas raíces, hacia lo que viene. No es necesario regresar a nuestra infancia, como añora nuestro amigo Guido, para disfrutar de la vida. Por una parte ese regreso no es posible y, en mi opinión, bien puede significar una huida del presente, en el cual está nuestra vida real y del cual la propia vida nos pide, a través de las situaciones que nos plantea, que nos hagamos cargo.
 
Cada momento de la existencia es la actualización de un continuo presente, cada etapa nos propone sus propios motivos para disfrutar, si es que nos mantenemos en ella. Rumi, poeta persa que vivió entre 1207 y 1273, escribió: deja que la belleza que amas/ se exprese en tu acción. Quizás decía que estando en donde estamos y haciendo lo que hacemos es como se percibirá el disfrute de vivir. Para ello tal vez sea necesario quitar las barreras del ruido, de la conversación insustancial, de las urgencias, de la ansiedad por lograr, producir o algo, lo que sea, como fuere. Quizás debamos dejar de atosigarnos con estímulos artificiales, prometedores de placeres fugaces.
 
Cada momento encierra un sentido para quien lo vive. Es un significado propio y único, que se descubre si se está allí para responder a esta pregunta: ¿aquí y ahora, este minuto del tiempo infinito tiene sentido para mí? Asombra la cantidad de veces que la respuesta es afirmativa.
 
Ello sólo depende de estar conectado con los seres y las actividades que son parte de ese presente. Depende también de si nuestros sentimientos y valores están vivos y activos en ese momento. Y depende, por fin, de nuestra actitud ante lo que nos sucede, fuera lo que fuese. Se disfruta de la vida y se comprende su grandeza, cuando se capta el sentido del momento, el cual puede anidar tanto en la alegría como en el dolor. Y más aún cuando se advierte que hay un sentido de mayor vastedad, último, al que acaso no se absorbe en un solo instante, sino con el andar del tiempo. Nada de esto, insisto, es una fórmula. Es apenas la propuesta y el testimonio de una experiencia, que sólo puede resultar personal e intransferible.
 

Biografía: 

Nací en Buenos Aires el 10 de agosto de 1947. Viví mi infancia y mi adolescencia en La Banda (Santiago del Estero). Regresé a Buenos Aires al finalizar el colegio secundario. Mis padres, Moisés (fallecido en 1999) y Miriam son farmacéuticos. Tengo un hermano, Horacio, tres años menor que yo. Estoy casado en segundas nupcias con Marilen Stengel, a quien conocí en el afortunado año 1992. Ella es licenciada en Letras, especialista en comunicación, escritora. Es una mujer bella, sensible, inteligente, con notable creatividad, humor, empatía e intuición. Tengo un hijo, Iván, nacido en 1976, fruto de mi primer matrimonio. Iván es músico, es un varón de profunda, sólida y espiritual masculinidad, que ha elegido una vida propia y la vive con responsabilidad. Amo a mi mujer, amo a mi hijo, siento un profundo cariño y agradecimiento hacia mis padres y mi hermano.
     La lectura, la escritura y el fútbol fueron pasiones tempranas en mí y no me abandonaron, ni las abandoné, en toda mi vida. Soy hincha fiel y seguidor de Ríver. También jugué al básquet y al ajedrez. Estudié sociología, me formé en psicología gestáltica, en psicología transpersonal, en autoasistencia psicológica. Estudio astrología. Me sigo formando en todo lo que me apasiona y me permite entender y entenderme y lo haré mientras viva. Estoy convencido de que en esta vida somos eternos aprendices que nunca se gradúan (afortunadamente). Debo mucho a mis maestros: a Norberto Levy, a Kita Cá, a Adriana Schnacke, a Mónica Nigro, a Jorge Genzone, a Pepe Presti, a Mimy Sirocco. Y a maestros que no conocí en persona pero me enseñaron y enseñan desde sus libros, ideas y palabras: Víktor Frankl, Carl Jung, Elisabeth Lukas, Fritz Perls, Ram Dass, Sam Keen, Erich Fromm, Martin Buber, Emmanuel Kant, John Cheever, Philip Roth, Raymond Chandler, los filósofos griegos, los existencialistas.
     Cuando escribo me siento feliz. Nunca sufro al escribir. Me habitan tantos textos, que no me alcanzará una vida para parirlos. Disfruto, trasciendo, descubro el sentido de mi vida al escribir.  Amo la palabra y procuro honrarla cuando la uso. Escribir es reflexionar, hacerme preguntas, compartir la exploración, compartir los descubrimientos, comunicarme llegar al otro. El otro. Porque creo (es de veras un credo) que el otro es necesario e imprescindible en nuestra vida, que en él trascendemos, que él confirma nuestra existencia y que no hay yo sin tú, me dedico a explorar los vínculos humanos, a investigar en y sobre ellos, a reflexionar y a trabajar en ese tema esencial de nuestra vida.
     Porque amo la palabras me hice periodista a los 18 años, y lo seguí siendo aun cuando incursionaba en otras áreas. Escribí crítica de cine (amo el cine) y de libros, hice entrevistas, crónicas, investigaciones. Creé revistas propias (Shows, Uno por uno, Interiores, Persona), dirigí otras que no eran mías pero en las que siempre logré poner mucho de mí: Hombre, Magazine, Playboy argentina (en 1989 escribí y produje allí entrevistas que aún me enorgullecen), la revista dominical de Clarín, Expansión (en México). Fui jefe de redacción de las ediciones iberoamericanas de Selecciones del Reader´s Digest. En muchas de esas publicaciones puse semillas que se hicieron árboles en mis libros, a veces sabiéndolo, a veces no.
     También me siento pleno cuando puedo hablar con otros y ante otros, cuando puedo construir un puente de palabras y cuando puedo cruzar por él hacia un público con el que me encuentro y con el cual, juntos, continuamos creando puentes y haciéndonos preguntas. Creo en la pregunta como una herramienta fundamental de la conciencia.
Me gusta viajar, conocer culturas, amo a la Naturaleza y la respeto, amo a los animales, a los perros, los gatos, los patos y las gallinas que tuve, y a los animales que habitan campos y selvas, a mis dos gatas queridas (Luna y Ronrón), tan sabias, tan sutiles, tan comunicativas.
     Me enojan, y mucho, las arbitrariedades de los poderosos, las incitaciones obscenas de quienes crean falsos deseos para incitar al consumo salvaje, el materialismo desalmado, el egoísmo de quienes creen que vivir es tener y los que usan al otro como herramienta o como peldaño. Desprecio a los que invocan ideologías y consignas supuestamente progresistas para enmascarar su propia miseria moral. Y son muchos. Y los sufrimos. Con los contaminadores, con los depredadores, con los transgresores de normas y leyes (escritas o no escritas), con los corruptos, con los autoritarios tengo algo personal.
     Admiro a quienes sostienen sus valores y declaraciones con acciones y actitudes, a los que perseveran detrás de un propósito, a los que reniegan del facilismo, a los que hacen del amor un verbo.
     Todo esto es la punta de mi iceberg.