viernes, 27 de mayo de 2011

Daniel Frini

Bonita

Quizá lo que te diga te haga sonreír,
pero es la única forma de tenerte;
sonrisa de viento, ojos de cielo. 
Subís en silencio los recuerdos
y todos los días venís desde el ayer.
Después de todo,
nadie dijo que amarte fuera un juego.
Y aún te sueño, como un dulce dolor, como una espina.
Quiero olvidarte y volar, y no he podido levantar el vuelo.
Criatura del mar,
Bonita.
Quise quedarme en tu corazón
carita de playa, pelo de arena.
Una noche de amor no alcanza
para tener el cielo.


Si vos no estuvieras a mi lado,

Si vos no estuvieras a mi lado,
si no te conociese,
te buscaría,
preguntaría por vos a los arcanos,
te inventaría,
te haría
exactamente
a tu imagen y semejanza.
Porque sin vos, amor
no estoy completo.
Mi vida es apenas media vida
si no tengo tu mano
(de la que puedo tomarme
y se me van los miedos)
Vos me das sentido.
Vos me das razones
que mi mente ignora
y mi corazón conoce.
Si no te conociese
te buscaría hasta encontrarte
aunque me costase la vida.
De todas maneras,
otra vida sin vos
no sería vida.

A veces, hay días

No sé lo que pasa.
No entiendo.
Parece que no fuera cierto.
Apenas confusas secuencias
de un cuento
donde estamos solos
y duele el silencio.
Te siento lejana y estás a mi lado.
Te siento tan mía.
Me hacés tanta falta.
Me duele decirlo y lo digo,
me duele sentirte y te siento
muy cerca mío.
Tan cerca que me es imposible
negarme a tu imagen.
A veces me duele decirte que extraño
tus ojos, tus labios, tus manos.
A veces me alegra soñarte
cerrando los ojos
y hablarte,
o no hablarte
y besarte.
Hay días que el cielo
parece más pálido.
Quizá porque sabe del mal que me hago
pensando en vos.
Nada más que en vos.


Imposible 
Día tras día
uno igual al otro y al que sigue.
Duele mucho el mundo que allá afuera
respira libertad.
La misma soledad hora tras hora.
Se extrañan las caricias de un sol
que no atraviesa los barrotes
de esta jaula. Abruma la tristeza.

No existe manera de escapar.

Nunca supo el porqué del cautiverio.
No hubo jueces ni sentencia.
El límite era el cielo,
y un segundo después
el cielo tomó forma de mazmorra.
Era libre.
De horizonte a horizonte sonreía,
y un minuto después,
todo el mundo
quedaba al alcance de sus alas.
Se le hizo
imposible
soportar otra hora de condena.
Se decidió. Sonrió. Miró hacia afuera.

Se quitó la vida
Extendió sus alas, tomó impulso,
cruzó los barrotes
y voló.
Su blog: http://danielfrini2.blogspot.com/

lunes, 23 de mayo de 2011

Nicolás Castelló

¿Alcohólico y mujeriego?
Es de saber que el nombre de una persona es su augurio. A menudo vemos en la tele ciertas personas que, sin tener cualidad alguna, consiguen ser exitosos. Es como que estaban destinadas a triunfar. Como que no importa si lo hacen bien, mal o pésimo. Simplemente iban a triunfar por el simple sello que les pusieron al nacer.
Pienso en que si de alguna forma pudiéramos saber nuestro futuro… ¿querríamos saberlo? ¿Y si es malo? ¿Y si en mi nombre realmente encuentro un anuncio?
Si me remito al diccionario onomatológico encuentro que Juan significa “hombre que se presta con docilidad a todo cuanto se quiera de él”. Esto no me gusta nada. Pero por algo no uso mi primer nombre, sino el segundo, y creo que ello no es casualidad, porque uno instintivamente escapa a lo que no es, para hacer o ser lo que naturalmente es.
Y ese nombre es Nicolás, del griego Nikolaios, que significa “el que lleva al grupo a la victoria”. Ahora sí la situación cambia. Ahora puedo interpretar que voy a ser alguien importante. Pero… ¿Quién? ¿Cuándo? ¿Cómo? Debo buscar algo más preciso, algo que defina mi esencia.
Busco el origen de los apellidos y encuentro que Castelló es español, al igual que Cisneros; Poch, alemán y Soto, también español, perteneciente a un duque que perdió toda su fortuna por las mujeres.
Con respecto al alemán, sabemos que son fríos, rudos y… de buen beber.
¿O sea que en mi sangre tengo genes de alcohólico y mujeriego? Ja! No sé por que me da risa…¡Alcohólico y mujeriego! ¡Qué futuro!
¡No! Creo que este análisis me lleva a conclusiones erróneas. Creo que con él me fui por las ramas. Intentaré por otro camino… ¡Ya sé! Ya sé donde esta la clave, esa combinación secreta que marca la esencia de cada persona. Nadie tiene exactamente los mismos nombres y los mismos apellidos.
Yo, por ejemplo, me llamo Juan Nicolás Castelló Cisneros Poch Soto. Es imposible que alguien más se llame así. Éste es mi código, irrepetible como el ADN, que establece una sumatoria de letras única en el universo.
Y empiezo a descifrarlo, cambiando de lugar las letras y obtengo un resultado inesperado…
De Juan, como es muy corto, lo único que resulta es “juna”.
Nicolás, de repente se me aparece partido en “ni” más “colas”.
De Castelló, surge “sello” y “cat”, “gato” en inglés.
Cisneros anagrama en “sinceros”.
De Poch, por mas que doy vueltas llego a “chop”, y pienso: “otra vez el alcohol”.
Y Soto…¿“La del Soto del Parral”? ¿Habrá sido mi abuela? ¿Y por qué la habrán llamado así? Quizá por… lo del vino. O sea que la culpa la tiene ella.
Y claro, para los griegos la culpa era hereditaria (y si no pregúntenle a Edipo) y yo termino así pagando los platos rotos… o mejor dicho: las copas rotas. Todo se va aclarando ahora.
Entonces me queda que Juan Nicolás “juna”, mira, observa, vigila y no se pierde nada: “ni colas”, ni “gatos” ni “chop”. Ése, entonces, es mi “sello sincero”.
Pero… ¡Qué barbaridad! ¡No puede ser! Que desilusión, otra vez lo mismo. Resulta que el mensaje oculto indica que sólo soy y seré un alcohólico y mujeriego.
Naaaa… No puedo admitir eso… ¿o si?

sábado, 14 de mayo de 2011

Maria Laura



Eclipse de boca

Después de todo, la luna.
Tan redonda ella,
has notado que no lleva
hombros ni espalda?
No lleva huesos
donde soportar
el peso de la noche,
porque la noche
no le pesa en el cuerpo
como a mí tus labios.
Después de todo, la luna.
Quién pudiera llevar
la piel blanca de ingenuidad!
Yo quiero menguar
el lugar exacto donde guardo
tu boca y me pesan tus manos,
quiero adelgazar los ojos
hasta que se caigan de ellos
cuánto he mirado de ti,
y quedarme en cuarto creciente
hasta que el próximo cielo
me ensanche el vientre
y pueda rodar desnuda,
sin espalda, sin huesos
ni noche que soportar.




Después de todo la luna
es una mujer enamorada
y yo, apenas un satélite carnal
que gira y sigue girando
alrededor de tu beso
buscando hacer eclipse de boca
-con la tuya-
y fecundarla, morenamente,
como solamente yo puedo.

Su Link: Maria Laura
http://appasionata-versos.blogspot.com/