martes, 19 de abril de 2011

Natalia Litvinova

ABRAZO

Estos brazos envuelven el aire.
Incorporan el pecho de los muertos.
Estos brazos son del aire.
Mortalmente.


CALLAR

En este mundo
hay que aprender a no hablar.
Taparse la boca
con los ríos,
con los pueblos,
con las flores,
con la vida.


DESCENTRA

¿No se te cae el alma del centro 
hacia otro centro cuando llueve?
¿No eres otro con cada cambio de luz,
de sombra?
Te entregas a la belleza cuando busca victimas.
Te entregas.
Y sólo pensabas mirar.


EL CUERPO ALCANZA

Con uno de mis ojos busco el otro mundo.
Lo aparto de estos árboles y abraza ramas transparentes.
Lo desvío del sol y descubre lo oculto en la sombra.
Hago desaparecer lo que me rodea.
Para rodearlo todo.


Fin de temporada

Con la luz envejecida
se retira la estación,
en la hora triste.
Las hojas caen y saludan,
brillantes ráfagas de polvo
envuelven los monumentos.
Es imposible no llorar,
no maldecir el viento,
una muerte bella es más cruel
que cualquier muerte.


 

Natalia Litvinova nació en Gomel, Bielorrusia el 10 de septiembre de 1986. Reside en Buenos Aires desde los 10 años. Traduce a los poetas rusos. Publicó un libro de poemas Esteparia (Ediciones del Dock 2010). Tradujo la antología de la poeta Shajriza Bogatyreva, Rumbo a Karachay, (Editora Casa Refugio Citlaltépetl A.C. y Bonobos Editores 2011).

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