lunes, 13 de agosto de 2012

José Angel Valente

Muerte y resurrección


No estabas tú, estaban tus despojos.
Luego y después de tanto
morir no estaba el cuerpo
de la muerte.

Morir
no tiene cuerpo.

Estaba
traslúcido el lugar
donde tu cuerpo estuvo.

La piedra había sido removida.

No estabas tú, tu cuerpo, estaba
sobrevivida al fin la transparencia.

***

Octubre


Hay una leve luz caída
entre las hojas de la tarde.

Dame
tu mano y cruza
de puntillas conmigo
para nunca pisarla,
para no arder tan tenue
en sus dormidas brasas
y consumirte lenta
en el perfil del aire.

***

Esta imagen de ti

Estabas a mi lado
y más próxima a mí que mis sentidos.

Hablabas desde dentro del amor,
armada de su luz.

Nunca palabras
de amor más puras respirara.
Estaba tu cabeza suavemente
inclinada hacia mí.

Tu largo pelo
y tu alegre cintura.

Hablabas desde el centro del amor,
armada de su luz,
en una tarde gris de cualquier día.

Memoria de tu voz y de tu cuerpo
mi juventud y mis palabras sean
y esta imagen de ti me sobreviva.

***

Mandorla


Estás oscura en tu concavidad
y en tu secreta sombra contenida,

inscrita en ti.

Acaricié tu sangre.
Me entraste al fondo de tu noche ebrio
de claridad.

***

Luego del despertar....


Luego del despertar
y mientras aún estabas
en las lindes del día
yo escribía palabras
sobre todo tu cuerpo.

Luego vino la noche y las borró.
Tú me reconociste sin embargo.

Entonces dije
con el aliento sólo de mi voz
idénticas palabras
sobre tu mismo cuerpo
y nunca nadie pudo más tocarlas
sin quemarse en el halo de fuego.


Biografía:

José Ángel Valente. (Orense, 25 de abril de 1929 - Ginebra, 18 de julio de 2000). Poeta español, ensayista y abogado.
Cursa estudios en la Universidad de Santiago de Compostela obteniendo el título de licenciado en Derecho y en la Universidad Complutense de Madrid, donde se licencia en Filología Románica. Da clases en la Universidad de Oxford y en Ginebra ejerce de traductor de organizaciones internacionales; posteriormente trabaja en París en la sede de la UNESCO. En los años 80 vuelve a España,fijando su residencia en Almería, y continúa con su actividad docente como profesor visitante en diversas universidades extranjeras. En sus últimos años alterna su residencia suiza con la española, y recibe múltiples distinciones como el Premio Príncipe de Asturias de las Letras o el Premio Nacional de Poesía.
Su trayectoria profesional comienza cuando aún es un estudiante que despunta como poeta, formando parte del “Grupo Poético de los 50”, dentro del cual representa a la poesía como una vía del conocimiento. En la década de los 60 su poesía evoluciona siguiendo una corriente llamada "poesía del silencio", desligándose así del movimiento poético de mitad de siglo. En este periodo destacan obras como A modo de esperanza (1954), Premio Adonais en ese año, Poemas de Lázaro (1960), Premio de la Crítica, La memoria y los signos (1966) o Siete presentaciones (1967).
Heredero de la tradición mística española, José Ángel Valente asimila tradiciones culturales, históricas y tendencias filosóficas creando textos cada vez más profundos y complicados. Uno de sus cuentos, El uniforme del general (contenido en el libro El número trece) le lleva ante un consejo de guerra en 1972 por la forma en que describe al ajército.
La obra poética que escribe en gallego es primero reunida en Sete cántigas de alén (1981) y posteriormente en Cántigas de alén (1989). Realiza también trabajos como traductor de poesía alemana y francesa; además escribe ensayos relacionados con la pintura, la mística y la literatura española. Entre ellos destacan títulos como Las palabras de la tribu (1971), Ensayos sobre Miguel de Molinos (1974) o La piedra y el centro (1983). Su última obra es Fragmentos de un libro futuro, texto en el que se recogen sus últimos poemas y que se publicó después de su muerte.


Biografía extraida de: http://www.cervantes.es/bibliotecas_documentacion_espanol/biografias/marrakech_jose_angel_valente.htm

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